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Historias de Magnicidios: El intento de asesinato al presidente Hipólito Yrigoyen

En la mañana del 24 de diciembre de 1929, el presidente Hipólito Yrigoyen fue blanco de un atentado mientras se dirigía a la Casa de Gobierno. Este acto de violencia dejó al país conmocionado y marcó un hito en la historia argentina.



Yrigoyen, quien había asumido su segundo mandato presidencial en octubre de 1928, gozaba de un amplio apoyo popular tras su primera presidencia. Sin embargo, en su segundo mandato, debido a su edad avanzada y a la falta de energía para tomar decisiones, su liderazgo se debilitó y el país enfrentó desafíos económicos y sociales.

La crisis económica internacional, que culminó con el colapso de la Bolsa de Valores de Nueva York en 1929, afectó severamente a la Argentina. El país se vio envuelto en una inflación creciente, con una pérdida significativa del poder adquisitivo de los salarios y una drástica disminución del gasto público. Estos problemas económicos llevaron a un clima político cada vez más tenso, y la oposición comenzó a cuestionar las intervenciones federales en varias provincias.

El atentado ocurrió cuando Yrigoyen, de 77 años, salió de su modesta residencia en la calle Brasil para dirigirse a la Casa Rosada. Acompañado por su chofer habitual, Eudosio Giffi, y su médico personal, el Dr. Osvaldo Meabe, Yrigoyen se sentó en el automóvil presidencial. Junto al chofer se ubicó el subcomisario Alfredo Pizzia Bonelli, jefe de la custodia presidencial.

Mientras el convoy avanzaba por la calle Brasil, cerca del Hotel "Tigre" en el número 924, un individuo salió repentinamente del zaguán y abrió fuego contra el automóvil presidencial. El chofer maniobró para evitar ser alcanzado, mientras que Pizzia y los custodios respondieron al ataque. Durante el tiroteo, el atacante recibió múltiples disparos y falleció en el acto.

El agresor fue identificado como Gualterio Marinelli, un anarquista italiano de 44 años que residía en Argentina desde 1905. Las autoridades descubrieron que Marinelli formaba parte de un grupo anarquista llamado "Nueva Era" y que había adquirido el revólver utilizado en el atentado unos veinte días antes. Las balas extraídas del subcomisario Pizzia y del automóvil coincidieron con el arma de Marinelli.

A pesar de las pruebas contundentes que señalaban la culpabilidad de Marinelli en el ataque, surgieron especulaciones en la prensa opositora. Se difundieron teorías de que Marinelli no era el verdadero autor del atentado, sino un transeúnte inocente que fue confundido y abatido por la escolta presidencial mientras el verdadero culpable escapaba.

A pesar de las controversias posteriores, el atentado no logró acabar con la vida de Yrigoyen, quien resultó ileso. Sin embargo, este hecho trágico y los problemas políticos y económicos subsiguientes allanaron el camino para el primer golpe de estado que tuvo lugar el 6 de septiembre de 1930 y que puso fin al gobierno democrático.

El atentado contra Hipólito Yrigoyen dejó una marca indeleble en la historia argentina, que dejó el camino despejado para que la vieja oligarquía se haga dueña del estado nuevamente y marcando el comienzo de una nueva etapa política en Argentina que será tristemente recordada como la década infame.


Buenos Aires. Reconstrucción del atentado contra el presidente Hipólito Yrigoyen, 1929.



Gualterio o Antonio Marianelli, el autor del atentado que fue 
acribillado a balazos por la escolta del presidente


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