Nació en Camberg (Alemania), el 28 de noviembre de 1843, hijo de Damián Peuser y Elizabeth Schmidt. Llegó al país cuando contaba 12 años de edad, y se instaló con su familia en Paraná donde cursó las primeras letras. De 1860 a 1864, trabajó en Rosario de Santa Fe en una casa dedicada al ramo de librería y papelería perteneciente a Eudoro Carrasco. Vuelto a Buenos Aires, ingresó de inmediato al establecimiento de artes gráficas de José Alejandro Bernheim, el editor de “Le Courrier de La Plata” y “La República”.
El 20 de abril de 1867, abrió su negocio que llamó “Librería Nueva”, en un modesto local de la calle Cangallo Nº 89. Al año siguiente, adquirió la librería de Bernheim ubicada en Moreno Nº 130. Como al poco tiempo la imprenta resultaba ya insuficiente para la empresa que desarrollaba Peuser, en 1871, amplió su negocio con una nueva sección que instaló en Lavalle y Uruguay, donde imprimió libros rayados para contabilidad, con un sistema nuevo que patentó, y fue adoptado para la administración pública.
Editó el “Semanario Argentino Alemán” el primer periódico escrito en ese idioma que apareció en el país el 28 de febrero de 1875, llamado meses después, “Periódico Argentino Alemán”. El mismo año, fundó con otros colegas, el “Club Industrial”, a cuya iniciativa se debió la realización en 1877, de la primera Exposición Industrial inaugurada en Buenos Aires. También en ese año, trasladó su establecimiento al local de la calle San Martín Nº 98 (solar actualmente ocupado por la Galería Güemes), y se colocó entre los primeros editores e impresores del país.
El primer libro que salió de sus prensas constituyó un verdadero alarde de impresión. Se hizo en 1881, y correspondió ese honor gráfico al libro Descripción amena de la República Argentina. Tomo 1. Viaje al país de los Araucanos, del doctor Estanislao S. Zeballos, encuadernado en tela azul con aplicaciones en oro.
En 1883, le seguirá el volumen segundo: La región del trigo, y en 1888, se cerrará el ciclo con el tercero: A través de las cabañas. En esta postrer fecha, apareció el Almanaque Peuser, primorosa antología con colaboraciones de los más altos valores de las letras americanas y dibujantes prestigiosos, y la Guía de igual nombre (1887), exponente de su progreso material.
Tras estos títulos que florecieron para el bien de la cultura del país, Peuser agregó otros a fines del siglo XIX, como: Los Mamíferos Fósiles de la República Argentina (2 ts.), de Florentino Ameghino; Obras Poéticas, de Olegario V. Andrade; Santos Vega, Aniceto el Gallo y Paulino Lucero, de Hilario Acasubi; Las Beldades de mi Tiempo, de Santiago Calzadilla; Sonetos, de Leopoldo Díaz; Recuerdos de la Guerra del Paraguay, del general José Ignacio Garmendia; Hojas al Viento, de Carlos Guido y Spano; Divina Comedia, El Infierno (Dante), Horacianas, de Bartolomé Mitre; Novelas y Fantasías, de Roberto J. Payró; Dos novelas sociológicas, de Ernesto Quesada; La Débacle, de Carlos M. Urien; Por Mares y Tierras, de Eduardo Wilde.
No había fundado Peuser únicamente una imprenta, sino también una editorial, cuya labor fue intensa y fecunda. Su casa empezó a convertirse en un cenáculo literario, lugar de reunión frecuente de las figuras más representativas de las letras argentinas, cuyas animadas tertulias fomentaron el carácter y la hospitalidad de su dueño.
Hombre de empresa concurrió con sus especímenes de arte a la Exposición Universal de París de 1889, donde obtuvo gran medalla de oro y diploma de honor.
Hacia 1890, se instaló en la calle San Martín esquina Cangallo (en la actualidad se encuentra el Banco Patagonia).
Dignas de señalarse son las obras del coronel Filiberto de Oliveira Cézar, Amores de una India, publicada por primera vez en 1892, cuya segunda edición de 1897, es la más lograda artísticamente. Luego aparecieron del citado autor: El cacique blanco, La vida en los bosques sudamericanos, Las leyendas de los indios quichuas, ilustrados por Malharro, Fortuny y Cao, todos impresos por Peuser en una colección que se proponía imitar algunas características de los elzervirios (1).
Le pertenece, cronológicamente, el mérito de haber publicado el primer libro argentino titulado Arte Moderno, por José Artal, en 1897, en el que se empleó el procedimiento de fototipia (2).
También le corresponde la iniciativa de haber importado al país las primeras máquinas de componer “Linotype” (3), inventadas por Ottmar Mergenthaler, una de las cuales inauguró el tipógrafo de la casa José de Mena, español, con la famosa novela Hania, de Enryk Sienkiewicz, traducida en 1898.
Casado con Juana Badaró tuvo oportunidad de festejar las bodas de plata, y para dar forma al acontecimiento –tal era el cúmulo de sus amistades y gravitación social en el mundo de los negocios- lo festejó con una excursión a Colonia (Rep. O. del Uruguay), a bordo del vapor “Venus”. El doctor Zeballos, contertulio en esa fiesta, saludó en una de sus brillantes improvisaciones al matrimonio, siendo contestado por Jacobo Peuser (h).
A fines del siglo, su establecimiento fue visitado por Quintino Bocayuva con intelectuales brasileños y argentinos guiados por el doctor Zeballos, abogado de la firma, quienes admiraron las máquinas modernas de linotipia, y los trabajos de imprenta y encuadernación realizados por 500 obreros y empleados.
Peuser integró el directorio del Banco Popular Argentino, participó en las actividades de la Sociedad General Pobladora y del Banco de Córdoba, entre otras instituciones.
Fue un empresario que vivió las transformaciones sociales, y aunque perteneció a otra época, instaló en su casa, la caja de socorros y mutualidad, modelo en la materia.
Falleció en Buenos Aires, el 8 de noviembre de 1901, a los 58 años de edad. Sus restos fueron inhumados en el Cementerio del Oeste, donde lo despidieron con sentidas palabras Gabriel Carrasco, Carlos M. Urien y Francisco Seguí. Fue un pionero de la industria gráfica del país. Su empresa continuó progresando. Después vino el desenvolvimiento mayor, con nuevos talleres, sucursales en muchas ciudades del país, la definitiva y consagratoria categoría editorial en un plano superior previsto por el fundador de la casa desde que comenzó a moverse la primitiva minerva.
En 2007 la Editorial Estrada se sumó al grupo británico Macmillan. Junto a los sellos Macmillan ELT y Puerto de Palos, Editorial Estrada continuó produciendo gran variedad de materiales educativos. La trayectoria de casi 150 años al servicio de la educación y de la cultura ha posicionado a la Ed. Estrada como actor protagónico dentro del campo nacional y como referente latinoamericano en estos segmentos.
Referencias
(1) De Elzevier, nombre de una familia de libreros que vivieron en Leyden y Amsterdan desde 1583 hasta 1680. Lodewijk Elzevier (1540-1617), fue el iniciador del negocio familiar. Los volúmenes realizados en su taller se conocen como elzevirios o elzevirianos
(2) Es el procedimiento empleado para reproducir clichés fotográficos sobre una capa de gelatina, con bicromato, extendida sobre cristal o cobre, que posteriormente se imprime por presión sobre papel.
(3) Con la linotipia, el operador, al pulsar una tecla de un dispositivo similar a una máquina de escribir seleccionaba un carácter tipográfico determinado, y automáticamente la matriz o molde de la letra particular quedaba libre y salía de un depósito que se situaba en lo alto de la máquina. Dicho molde descendía a un centro común, donde dicha letra, seguida de otras, formaba las palabras y espaciados del texto. Cuando una línea, formada por estas matrices, se completaba, pasaba automáticamente a una caja de fundición, donde entraba metal fundido y formaba un lingote que constituía una línea de caracteres de imprenta. Una vez que las matrices habían servido de molde para este fin, se recogían y se trasladaban nuevamente al receptáculo superior del cual habían salido inicialmente, distribuyéndose automáticamente en los cajuelas que les correspondiesen. Quedaban así dispuestas una vez más para descender al pulsar sobre el teclado.
Fuente
Cutolo, Vicente Osvaldo – Nuevo Diccionario Biográfico Argentino – Buenos Aires (1978).
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado
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