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Los inicios de la modernidad marcaron un cambio radical en la historia, impulsando transformaciones económicas, sociales y culturales que sentaron las bases del mundo contemporáneo que conocemos hoy.
Los inicios de la modernidad representan un periodo crucial en la historia humana, caracterizado por una serie de cambios profundos en Europa que reconfiguraron la forma en que se comprendía el mundo. Este periodo, que abarcó aproximadamente desde el siglo XV hasta el XVII, fue testigo de una serie de transformaciones trascendentales en diversos ámbitos de la vida.
Uno de los cambios más significativos fue el Renacimiento, un renacer cultural que redescubrió las obras clásicas de la antigüedad griega y romana. Este movimiento trajo consigo una valoración renovada del conocimiento, el arte, la ciencia y la exploración individual. El humanismo, con su enfoque en la capacidad y el potencial humano, desafió las ideas tradicionales y sentó las bases para una nueva forma de entender la existencia humana y su relación con el mundo.
La Revolución Científica fue otro aspecto fundamental de esta época. Figuras como Galileo Galilei, Copérnico, Newton y Descartes cuestionaron las concepciones establecidas sobre el cosmos, el movimiento planetario y la naturaleza de la realidad. Esta nueva manera de observar el mundo, basada en la observación empírica y la experimentación, marcó un cambio radical en la forma en que la humanidad entendía su entorno.
La Revolución Comercial también tuvo un papel destacado en el surgimiento de la modernidad. Las exploraciones marítimas lideradas por figuras como Vasco de Gama y Cristóbal Colón expandieron los horizontes comerciales, estableciendo nuevas rutas y contactos con otras culturas y civilizaciones. El intercambio colombino entre el Viejo y el Nuevo Mundo trajo consigo la transferencia de bienes, tecnologías y conocimientos que transformaron la economía mundial.
El advenimiento del capitalismo como sistema económico predominante marcó una ruptura con las estructuras feudales previas. La economía monetaria, el crecimiento de las actividades comerciales y la emergencia de empresas capitalistas redefinieron las relaciones económicas y sociales.
La Reforma Protestante liderada por Martín Lutero también sacudió los cimientos de la Iglesia Católica y desencadenó un proceso de cambio religioso, político y social. La ruptura con la autoridad papal y la promoción de la lectura personal de la Biblia desencadenaron transformaciones profundas en la concepción del poder y la autoridad.
Estos cambios, aunque radicales, no estuvieron exentos de tensiones y conflictos. La modernidad temprana fue un periodo de transición marcado por desafíos sociales, políticos y religiosos, pero sentó las bases para el desarrollo de la ciencia, el comercio y la sociedad moderna. Entender los inicios de la modernidad es fundamental para comprender las raíces de muchos de los aspectos de nuestro mundo contemporáneo.
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