Cuando Inglaterra quiso bombardear la ciudad de Rosario - HISTORIANDOLA

Breaking

Cuando Inglaterra quiso bombardear la ciudad de Rosario

(Por Walter Onorato) En el año 1874 en Argentina asume la presidencia Nicolás Avellaneda y en la provincia de Santa Fe encontramos a Servando Bayo como gobernador. Las elecciones presidenciales fueron acusadas de fraude y Bartolomé Mitre intentó un golpe de estado con un levantamiento militar. Sí, Mitre golpista. Pero no es el tema de este artículo. 



En este intento golpista, la provincia de Santa Fe se colocó del lado de mantener el orden institucional y la integridad del Estado Nacional. Por este motivo, el gobernador Servando Bayo puso a disposición del presidente de la Nación el cuerpo de "Gendarmes Rosarinos". 

El estado argentino se encontraba transitando por una crisis económica que afectaba a todas las provincias, sin embargo, Santa Fe se encontraba con las cuentas en orden. Ante la consulta realizada por el presidente Avellaneda  el gobernador respondió: "es que no he robado, ni he dejado robar a nadie, Señor presidente". 

Pero la historia del intento de bombardeo inglés a Rosario comienza cuando en 1863, la banca inglesa se establece en la Argentina. Cuatro años después abren una sucursal en Rosario que era un ciudad portuaria y un importante nudo ferroviario. El banco era el único en la provincia y la legislatura santafesina le dió la prerrogativa de emitir papel moneda.

El gobernador Servando Bayo decide crear el Banco de la provincia de Santa Fe en 1874 como instrumento financiero para afrontar la crisis y poder manejar el crédito provincial. Ante la competencia los ingleses, que de esto entienden, intentaron ahogar financieramente a la institución provincial.

Un dato que no debe pasarse por alto. Al frente del Banco de Londres y Río de la Plata se encontraba Norberto de la Riestra pretendía retornar al monopolio bancario provincial, por lo que provocó corridas financieras especulativas para debilitar al Banco de la Provincia.​

Bayo responde formulando leyes que intentaban achicar el poder de los ingleses imponiendo impuestos a los movimientos bancarios, obligandoles a respaldar en oro la emisión de billetes y decide que sea la banca provincial la única autorizada para la fabricación de moneda, aunque los ingleses no respetan las disposiciones legales. 

Finalmente, el 19 de mayo de 1876, Servando Bayo emite un decreto donde expresa: “La sociedad anónima denominada Banco de Londres y Río de La Plata se ha convertido en una institución ruinosa a los intereses públicos, hostil y peligrosa en las actuales circunstancias” y dispone el cierre de la sucursal y la detención del gerente, el alemán Behn. 

La historiadora Teresa Eggers-Brass lo cuenta de la siguiente manera:

“El gobernador de Santa Fe, Servando Bayo, necesitaba que el Banco de su provincia no cerrara, porque era una herramienta indispensable para fomentar las colonias agrícolas santafecinas. 

Le pidió respaldo al Banco de Londres de Rosario, pero éste, en lugar de ayudarlo, prefirió competir aprovechando la situación y requiriendo el equivalente en oro de todos los billetes emitidos por el Banco de Santa Fe.  

Bayo entonces dispuso la intervención, incautando el oro y cerrando el Banco de Londres. El gobierno inglés mandó una cañonera británica al puerto de Rosario y al abogado del Banco de Londres, Manuel Quintana, a presionar.  

Bernardo de Irigoyen, ministro de Relaciones Exteriores, protestó por la medida, pero el buque de guerra recién se retiró cuando el gobierno nacional le prestó al Banco provincia de Santa Fe el dinero, de modo de devolver el oro al Banco de Londres (que luego fue autorizado a reabrir sus puertas)” 

Cuando el gobernador Bayo encarceló al gerente de los ingleses,​ incautó el oro bajo recibo y ordenó su liquidación intervino el representante legal del Banco de Londres, que era Manuel Quintana. El mismo Quintana que luego sería presidente de la Nación entre el 12 de octubre de 1904 hasta el 12 de marzo de 1906 cuando fallece.

Es a pedido del empleado inglés y futuro presidente argentino la solicitud al cónsul inglés en Buenos Aires que envíen una cañonera para que bombardera la ciudad de Rosario. La cañonera Beacon que se encontraba en Montevideo zarpó con las órdenes de instalarse frente a las barrancas de Rosario a la espera de la orden de atacar. Sin embrargo el episodio no pasó a mayores por la intervención del canciller argentino Bernardo de Irigoyen.

El resultado final fue que el Banco de Londres aceptó las condiciones impuestas por el gobierno de Santa Fe por el tratado firmado en 1824 donde se comprometían a no actuar en contra de los comerciantes y ciudadanos ingleses aún en caso de guerra entre los dos países. El fundamento del gobierno argentino estaba basado en que una sociedad anónima no tiene nacionalidad. 

De esta manera Bernardo de Irigoyen expresó: 

“Debe su existencia exclusivamente a la ley del país que la autoriza: no hay en ella nacionales ni extranjeros, no hay individuos de existencia material. No son las personas quienes se asocian sino los capitales bajo forma anónima como la palabra lo indica. No hay nombres, ni personas, ni responsabilidad individual comprometida”. 

El encargado británico le envió otra carta en disidencia, a lo que Irigoyen respondió: 

“Siento que Su Señoría discrepe conmigo... pero el hecho que las acciones hayan sido suscriptas por individuos de una nacionalidad es eventual y no puede desnaturalizar que hoy están en poder de ingleses que pueden pasar fácilmente a manos de ciudadanos de otros países”.

Como anecdota podemos agregar que en el año 1918, el Banco de Londres y Río de la Plata fue adquirido por Lloyds Bank.

En esta historia nos deja una ensañanza política muy clara, se puede ser liberal en lo económico, con todo su significado conservador en lo social pero con una clara posición nacionalista como la tomada por el gobernador Bayo uno de los pocos ejemplos de nuestra historia. Una posición contrapuesta a la oligarquia terrateniente que ofició siempre como representante de los negocios británicos en perjuicio a los intereses nacionales.  


No hay comentarios:

Publicar un comentario