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A lo largo del devenir histórico argentino, hemos sido testigos de períodos sombríos en los cuales la figura del Estado, en lugar de erigirse como un baluarte protector de la mayoría, se ha convertido en un instrumento al servicio de selectos sectores minoritarios. Este fenómeno complejo y oscuro, a menudo encapsulado en dictaduras militares con tintes civiles, ha arrojado sombras sobre derechos y garantías ciudadanas, dejando un tejido histórico marcado por la represión y la vulneración de derechos fundamentales.
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Dictaduras y el Resurgir de los Sectores Dominantes (1955-1973)
El episodio post-Perón, iniciado con el derrocamiento en 1955, introdujo un período de control político ejercido por las fuerzas armadas y sectores económicos dominantes. Dictaduras militares y gobiernos civiles tutelados delinearon políticas en favor de las élites, llevando al país por caminos de represión, prohibiciones políticas y una tutela militar que alteró el curso democrático esperado.
La Revolución Libertadora, autodenominada, llevó consigo un resurgir de políticas liberales en beneficio de las élites, consolidando un control militar cada vez más arraigado en el entramado político. Este período, entre golpes de Estado y tutelas cívico-militares, marcó un distanciamiento de las normas democráticas, estableciendo lo que el politólogo Alain Rouquié denominó el "Partido Militar", un ente político que representaba a minorías poderosas.
Resistencia y Desafíos Profundos
A medida que la tutela militar se extendía, se gestaba una resistencia que culminaría en el Cordobazo de 1969, un levantamiento popular que desmitificaría la aparente paz impuesta por el gobierno. Este evento fue el catalizador de un ciclo de luchas populares que se multiplicaron y radicalizaron, evidenciando tensiones acumuladas y un descontento profundo.
La respuesta autoritaria a estas manifestaciones de descontento se materializó en la imposición de dictaduras más severas, como la liderada por el general Juan Carlos Onganía. Bajo la premisa de la modernización económica y la instauración de un orden férreo, esta dictadura expandió la proscripción política, reprimió sectores sociales y desencadenó un control militar extenso que afectó incluso la vida privada.
Guerrillas y la Lucha Armada: Alternativas en la Desesperación
La ausencia de canales democráticos efectivos impulsó el surgimiento de grupos revolucionarios armados, conocidos como guerrillas, como respuesta a la violencia ilegal del Estado. Frente a la falta de acceso a los mecanismos democráticos tradicionales, estos sectores populares y medios optaron por la lucha armada, buscando construir una sociedad igualitaria y socialista. Inspirados en la Revolución Cubana, estos grupos se multiplicaron en un contexto de violencia creciente y represión estatal.
Este complejo entramado histórico nos insta a reflexionar sobre la fragilidad de las instituciones democráticas y la necesidad de preservarlas como salvaguarda contra desviaciones hacia el terrorismo de Estado. La memoria colectiva se erige como un faro guía, recordándonos las lecciones aprendidas de un pasado oscuro y motivándonos a construir un futuro basado en los principios fundamentales de la democracia y la justicia social.
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